lunes, 12 de octubre de 2009

Flor de Torta!!!!

Descubrí que soy una reverenda pelotuda, hablando mal y pronto.Miles de pequeñas y grandes señales me estaban golpeando la nariz: ¡¡¡che loca, te gustan las minas!!!!
Siempre que miraba alguna peli romántica, miraba más a la mina que al tipo, imaginando como ella se sentiría, ví películas de tema lésbico o con un touch lésbico sin que me sintiera incómoda, miraba el programa Infómanas con la Negra Vernaci y mi sketch favorito era Torta tortón (en youtube hay un video)
Se prendían todas las luces de emergencia de la consola que me maneja la vida, y yo seguía como una boluda, ajena a las pequeñas y grandes señales...
En fin, las cosas se dan cuando se tienen que dar, pero que quieren que les diga, me da vergüenza ahora cuando en retrospectiva me doy cuenta del cúmulo de señales de tránsito que me llevaron hasta acá, cuando el desvío podría haber sido tomado tantos kilómetros atrás.

La mujer de mi vida

Cuando una se pasa casi todo el tiempo con la nariz metida en internet, es probable que termine enredando sus sentimientos en alguna situación... Y fue exactamente lo que me pasó.
La conocí a través de un blog, me gustó su forma de escribir, y aunque la última entrada del blog era bastante vieja, decidí escribirle al mail... Yo estaba sumida en una especie de limbo, saliendo de una relación virtual que se llevó tres años de mi vida y que terminó ocasionando mucho dolor. Tenía ganas de empezar a vivir y no podía encontrar la punta del ovillo.
Mi primera intención fue la de hablar con ella para preguntarle acerca de su vida, y de como manejaba la vida lésbica en la capital de la provincia. Le escribí, sin esperar mucho, no pensé que me fuera a responder, pero no perdía nada con intentar. Contra de mis expectativas, me respondió. Mail va mail viene...pasamos al chat... Descubrí que ella es una persona de las que muchas no hay, una torta sin rollo, sin esa cuestión corporativa que tienen algunas tortas. Y las dos somos muy tímidas, había coqueteo y una atracción evidente, pero con mucha cautela por las dos partes.
Llegó el día de conocernos, y fue todo lo que había esperado y más, mucho más.
Nos encontramos, la tensión entre las dos era muy fuerte...ella me ofreció un café y fue a calentar el agua en un anafe que no calienta mucho, pareció eterno el tiempo que tomó el agua en hervir, mientras ella estaba parada frente a la cocina y yo no le sacaba los ojos de encima, apoyada en la pared y muy cerquita...cuando el café estuvo listo, nos sentamos a la mesa, y no podíamos hablar, nos espiábamos mutuamente, yo jugaba con el celular, con un clip que había sobre la mesa, los nervios iban en aumento...hasta que ella dijo que mejor hacer el trámite que yo tenía que hacer.Yo ya me había olvidado, el trámite no me importaba nada, y ella me vio la cara de desilusión cuando mencionó que teníamos que irnos. Ella supuestamente tenía clases en la facultad en poco tiempo y yo pensé que la visita había terminado. Salimos del departamento y nos subimos a un colectivo. Ella se sostenía con una mano en un caño vertical del colectivo, yo muy cerca de ella, sosteniéndome, y el costado de mi cuerpo apoyado en la mano de ella. Yo tenía una camisita blanca, y se que a ella se le iban los ojos, y yo me pegué a su mano, medio a propósito y medio inconcientemente. Llegamos a donde yo tenía que hacer el trámite, que duró cinco minutos.Y volvimos caminando a la parada del colectivo, bajo la llovizna. Nos refugiamos en la entrada de un edificio, yo me paré detrás de ella, no había nadie alrededor. Me moría de ganas de hundir mi nariz en su pelo, en sus rulos preciosos...y justo cuando estaba tomando coraje para hacerlo, un tipo pelado buscó el mismo refugio que nosotras (¡me re cacho con los pelados!) Volvimos al departamento, le pregunté si se iba a la facultad, ella dijo que más tarde. Nos volvimos a sentar a la mesa, hablábamos de trivialidades, nos mirábamos. Ella había dicho en el chat que cuando nos encontráramos se le iban a responder muchos interrogantes. Cuando yo ya no pude más, le pregunté si verdaderamente se le habían respondido, y ella no se animó a decir nada y me repreguntó...Yo le dije, sí se me respondieron, todo lo que te dije en el chat es verdad, solamente se confirmó. Y ella se quedó en silencio. Se me vino el alma al piso, ella no decía nada y yo ya estaba por agarrar mi bolso e irme, porque era evidente que a ella no le pasaba lo mismo. Mientras tanto, seguía jugando con el clip. Yo dije algo así como "pobre clip"...Y entonces, un momento mágico. Ella dijo si querés tengo otra cosa para que juegues, y me ofreció su mano. De más está decir que la acepté enseguida, nos miramos en forma muy intensa...Como estábamos un poco lejos, nos paramos, nos acercamos y nos besamos, con la intensidad que solo un primer beso conoce.
Caricias, muchos besos...hicimos el amor toda la tarde, el colchón en el piso de su departamento diminuto.
Y ya han pasado casi 6 meses...y la amo como nunca pensé que fuera posible amar. Con tranquilidad, confianza, a su lado puedo respirar. Solo ante ella me animo a descubrirme tal cual soy, sin miedos...