domingo, 31 de octubre de 2010

Lo que de ella me queda en el tiempo y la distancia

En el amanecer de todo, es lo que tengo.Todo.Su presencia en el tiempo y su ausencia en la distancia que es el sueño.
Pero en los días-tiempo que cuento, que si son dos se sienten diez, y si son cinco se sienten ochenta, en una progresión caprichosa que solo alcanza su sentido en la dimensión de su no estar, el todo ya no existe.
Me quedan sus labios,su sonrisa forastera de sarcasmos y desprecios, sus abrazos ajenos a la mentira, sus pasos apartados de prisas innecesarias, su corazón incólume a ciertos caprichos tontos de la adultez. Y aunque eso es lo que me queda, y más aún de lo que pueda nunca escribir, es todo lo que me falta.
Falta menos, tres días, o cuarenta, cuento los minutos, cuento el tiempo que no existe.


Contigo en la distancia. Un bolero de esos para bailar en una baldosa


lunes, 25 de octubre de 2010

Dormir

Mitad de la noche,estás dormida, de costado. Me despierto, y me pego a tu espalda,mi nariz busca tu olorcito aunque para llegar a tu cuello tenga que pasar por el bosque de tus rulos. Te rodeo la cintura, te escucho respirar sostenidamente, sin sobresaltos. El sueño quiere alejarme de ese momento y aunque trato de vencerle, no puedo. Me gana, me sobrepasa, me inunda. Pero se que voy a robarle algunos momentos de conciencia más antes del amanecer, momentos en los que pueda capturar lo que se siente dormir a tu lado sin efectivamente dormir...

domingo, 10 de octubre de 2010

Cardo o ceniza...

"¿Cómo será mi piel junto a tu piel?
¿Cardo o ceniza?...
Cómo será el gemido
y cómo el grito
al escapar mi vida entre la tuya
y cómo el letargo al que me entregue
cuando adormezca el sueño entre tus sueños..."

Me duermo entre tus brazos y bien podría morir, no me pesaría. Te respiro sin prisa, te encierro en mis ojos y procuro guardar la sensación de tu piel en mis manos para cuando esté sola y el sentimiento este tan faldero de extrañarte se enriede entre mis piernas, entre mi pelo, entre mis labios. Y es que tu cuerpo es mi casa, mi hogar, cimiento firme de una construcción de futuro.
Ser la rosa que se marchita triste en el rincón de la cocina...