miércoles, 6 de julio de 2011

Lo que vemos cuando miramos

Luego de la "gran caída" que supuso el darme cuenta finalmente de que no soy heterosexual, se sucedieron momentos de reflexión. Generalmente, cada sesión de meditación culminaba con un golpe en la frente con la palma de la mano al grito de: ¡ahhhhh, pero que pedazo de perejil que soy!
En una ocasión rememoraba las películas con contenido lésbico que había visto a lo largo de mi vida y resultaron ser varias.
¿Qué vemos cuando miramos? O quizás debería preguntar que es lo que esperamos, cuales son nuestras expectativas al mirar una película. Porque frente a un producto seguramente nos situamos con ciertas demandas... ¿Buscamos identificarnos? ¿Buscamos definirnos? ¿Buscamos modelos a seguir?
Para dilucidar muchas de estas cuestiones, recomiendo el documental El closet de celuloide (The celluloid closet)
Inserto aquí la primera parte del documental, lamentablemente no está subtitulado al español:



Lily Tomlin comienza la narración del documental diciendo. "En 100 años de cine, la homosexualidad raramente ha sido filmada, cuando aparecía, ,era algo para reírse, o a lo que tener pena, inclusive algo a lo que temer. Estas fueron imágenes fugaces pero inolvidable y dejaron un legado inolvidable. Hollywood, el gran hacedor de mitos, le dijo a los heterosexuales que pensar acerca de los homosexuales y a los homosexuales que pensar de sí mismos. Nadie escapó a su influencia."

Cuando hoy miro alguna película de temática lésbica, lo hago reflexionando acerca de lo que estoy viendo. Algunas, muy pocas, me parecen muy buenas, y demasiadas me parecen horribles, tanto desde el punto de vista del mensaje como del producto artístico. Tantas veces veo personajes estereotipados, exagerados hasta el punto del grotesco, que dan ganas de viajar hasta el país de origen de dicho film y darle un par de cachetadas (o saludables patadas traseras) a el/la realizador/a.
De las películas que he visto en estos últimos meses recomiendo:
*Room in Rome.
*Between two women.
*Viola di Mare.
No recomiendo para nada y prefiero no recordarlas porque me dan ganas de lavarme los ojos con jabón y cepillo:
*Bloomington.
*Personal traps.

Para finalizar este post, les dejo la dirección de un blog lleno de películas para descargar. Algunas están subtituladas al griego pero en su mayoría están en inglés con o sin subtítulos.


http://l-greece.blogspot.com

Ausencia

Ausencia s. f.
1 Falta de una persona del lugar donde está habitualmente.
2 Tiempo en que una persona falta del lugar donde está habitualmente.
3 Falta o privación de una cosa.
4 Abstracción de una persona de la realidad que le rodea.


A veces no comprendo bien lo que sucede. Otras veces tejo explicaciones inverosímiles con el hilo de la ansiedad, que es largo y persistente. ¿Te alejás de mi? ¿Yo me alejo de vos? ¿O es una mera ilusión producto de lo urgente?
Quiero volver a sostener tu mano a escondidas en el asiento trasero de un taxi.
Quiero llevarte unos jazmines, prender unas velas y desparramarlas por el piso. Quiero recordar detalles que se tornan borrosos muy a mi pesar.
Me siento ausente de mí misma.No sé si hago bien o mal. No sé si trato demasiado o demasiado poco.
Si alguien me encuentra por ahí, en algún rincón, entre las hojas secas, o en el banco de una plaza, tenga a bien dejar un comentario en este post y me pasaré a buscar en forma urgente.

lunes, 4 de julio de 2011

Regresos

Es complicado volver a escribir cuando el yo se encuentra totalmente absorbido por el millar de pequeñeces cotidianas y cuando esas pequeñas cosas se encastran de manera tal que forman una coraza que impide un verdadero contacto con la realidad. Una coraza que parece ya una costra, como una olla con el fondo quemado por un guiso mal cuidado.("Si se trata de muchos restos quemados, podemos mezclar lavandina (lejía, cloro) con agua, y también hacerla hervir unos minutos, teniendo cuidado de no respirar el vapor que se desprende. Luego, volvemos a lavar delicadamente la olla, para evitar rasparla y empeorar el mal.")
El problema es que soy alérgica a la lejía. Y la verdad, no me gusta rasquetear ollas...
La vida diaria y sus minucias terminan por anestesiar la piel si una no está alerta. Y ultimamente no me ha funcionado el sistema de alarma.
El mundo es un lugar odioso para gente sensible. ¿Por qué no tener mi propia burbuja? Mi edén personal, mi rincón aislado en la cima de una montaña... No es egocentrismo, es autopreservación. Y no pretendas entrar a mi espacio con prepotencias, con desamor, con envidias. Porque te daré la espalda, sin vacilar.
Pido disculpas por el tono de este regreso, ya pintaré con mejores colores.