domingo, 25 de abril de 2010

Alfabetización

Tengo cuatro años, leo a Julio Verne, y es hermoso, fenomenal, grandioso. Pero no sé nada de nada.
Tengo diez años, leo a Galdós,Bradbury,Tagore, no me alcanzan cuatro libros entre manos, y es espléndido, magnífico, formidable. Y aún así, no sé nada.
Tengo quince años, leo a Aguinis, a Calvino, Borges, es emocionante, incomparable, inefable. Una nada tras otra.
Tengo dieciocho años, leo en idioma original a Alighieri, Silone, Boccaccio, Heaney, Shakespeare, inefable, sublime, divino. Y aún...es nada.
Tengo veinticinco años, me enamoro de los lusitanos, leo a Pessoa, Queiroz, Saramago, conmovedor, apasionante. Y se amontonan las letras en la misma montaña de nada.
Tengo treinta y un años. Tu cuerpo se abre frente a mí, se hace legible, devoro los renglones, los puntos, las comas. Admiro su sintaxis, su gramática, sus giros...Lo estudio con devoción de escribiente medieval, me constituyo en intérprete.
Aprendo tu cuerpo, para verte, para ser con vos.
Ahora todo tiene sentido, lo que fue nada ahora es.
Altibajos de la alfabetización.


4 comentarios:

m a r i n a dijo...

exagerado uso de sinónimos jaja.... simplemente hermoso =)

y ya me pongo a hacer campaña por ese plan de alfabetización!

Saudade dijo...

Hay que proponerlo en el Ministerio de Educación, junto a algunas ideas más que se me ocurren para que los adolescentes se acerquen a la lectura...

Anónimo dijo...

La lectura que más me ha gustado es la de los 31. ¿Por qué será?...
Un saludo amiga.

Saudade dijo...

Coincido plenamente, no la cambiaría por nada. Buen día y como siempre...gracias por pasar y comentar.